Para promover la conservación de bosques y zonas semiáridas, la diputada Alejandra Figueroa Adame (PVEM) propuso incrementar los pagos anuales por cada hectárea protegida, ampliar el alcance de los territorios elegibles y mejorar la gestión de los fondos, a través de un sistema de monitoreo más eficiente.

A través de reformas al Código Financiero del Estado de México y Municipios, la legisladora planteó que los pagos anuales sean de mínimo 28 Unidades de Medida y Actualización (UMA), vigentes al año del programa, lo que representaría un pago de tres mil 40 pesos por hectárea (según su valor actual), situación que duplicaría el pago, pues actualmente a las personas propietarias de tierras que protegen y mantienen áreas forestales se les otorga una compensación anual de mil 500 pesos por hectárea.

Además, la iniciativa establece que las y los beneficiarios recibirán asesoría técnica, con el objetivo de que lleven a cabo acciones de conservación, protección y fomento forestal, permitiendo la permanencia y aumento de la masa forestal.

Señala que las aportaciones de mejoras deberán pagarse de manera bimestral y, cuando los municipios o los organismos públicos descentralizados municipales acumulen dos bimestres sin cubrir el pago, la Secretaría de Finanzas dará un plazo de 10 días para realizarlo, de lo contrario retendrá el importe.

En caso de incumplimiento, la Secretaría de Finanzas podrá añadir un recargo equivalente al 10 por ciento en concepto de penalización. En tanto que, en caso de reincidencia, dicho recargo podrá incrementarse hasta en un 20 por ciento.

Sobre el monto a pagar por concepto de aportación de mejoras por servicios ambientales (que actualmente se establece con una tarifa del 3.5 por ciento sobre el monto de los ingresos recaudados por concepto del suministro de agua potable), la propuesta indica que el 15 por ciento se destinará en beneficio de las áreas naturales protegidas de la entidad.

La proponente destacó que su iniciativa permitirá que más personas en comunidades rurales tengan acceso a incentivos, para conservar sus tierras, mejorar su calidad de vida y contribuir a la lucha contra el cambio climático.